viernes, 29 de febrero de 2008

RONALDINHO: un crack de origenes humildes

RonaldinhoDesde pequeño me gustó el fútbol. Mi familia siempre me animó. A los siete años mi padre me llevó a jugar en el Gremio. Estuve jugando en el Gremio desde los siete hasta los veintiún años. A toda mi familia le gustaba el fútbol. Los hermanos de mi madre jugaban, mi padre también jugaba. Mi hermano se hizo profesional y fue un gran jugador. Y me tocó a mí.
Paulo Andrade¿Le dabas trabajo a tu madre? ¿Eras un niño travieso?
RonaldinhoNo, siempre fui tranquilo. Aún hoy soy un hombre tranquilo. Nunca me regañaban. Hacía las cosas normales que hace un niño, pero nunca fui terrible.
Paulo AndradeDime una cosa: ¿fue tu padre, Joao Moreira, que fue arquero del Gremio, quien te llevó a la escuela del club, si no me equivoco, a mediados de 1988?
RonaldinhoSí. Mi hermano ya jugaba en el Gremio y me preguntaron si quería entrar en la escuela del club. Era lógico que quisiera porque yo era fanático del Gremio desde pequeño. Entonces mi padre me llevó para empezar en la escuela del Gremio, me empezó a gustar cada vez más y nunca más dejé el fútbol.
Paulo AndradeTú te criaste dentro del Gremio. Te consideraban una "joya rara". ¿Cómo fue ese período de tu vida?
RonaldinhoFue un período que nunca olvidaré. Creo que pasaba más tiempo en el Gremio que en mi casa. Las amistades que tengo allí, hasta el día de hoy, son personas a quienes nunca olvidaré, las cuales me ayudaron mucho para poder llegar adonde estoy. Es decir que... Muchas de las cosas de mi vida sucedieron allí dentro.
COMENTARIORandall Alvarez:Ronaldinho debutó con la selección mayor en 1999, año en que Brasil ganó la Copa América, donde él con 19 años anotó su primer tanto: frente a Venezuela...Un gol que hizo recordar al mismísimo Pelé....
Paulo AndradeEl Gremio te dio su voto de confianza entonces y hasta te invitaron para todas las categorías de la Selección Brasileña. ¿Qué recuerdas de esa época?
RonaldinhoLa primera vez que me puse la camiseta de la Selección fui a jugar a Wembley, un estadio donde Pelé nunca jugó, o sea que fue un comienzo especial, yo tenía casi quince años, y para mí, vestir la camiseta de la selección a los quince años fue un comienzo muy especial. La Copa América fue buena también. Al principio pude anotar un bello gol contra Venezuela, y entonces Brasil me conoció. Mucha gente no me conocía aún. La Copa América me abrió las puertas en el Brasil. Y ahora, la Copa del Mundo me abrió las puertas del del mundo entero.

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