viernes, 25 de enero de 2008

ENTREVISTAS: ALONSO Y ESQUIVEL

Fernando Alonso se subió ayer por primera vez a un Renault desde que consiguiera alzarse con el Campeonato del Mundo 2006 en Brasil. Tras sus primeras vueltas con el R27 en Jerez, el piloto español ofreció sus primeras sensaciones en su retorno al equipo y sus expectativas para esta nueva temporada.
Feliz Año Nuevo, Fernando. ¿Qué ha estado haciendo desde que se anunció su fichaje por Renault para 2008?Fernando Alonso: He pasado las navidades descansando con mi familia y mis amigos en España. El resto del tiempo lo he pasado en Suiza comenzando a trabajar en mi preparación física, ya que en esta época del año el programa es bastante intenso.¿Qué tipo de entrenamiento está siguiendo durante el invierno para preparar la próxima temporada?FA: Durante el invierno, lo importante es desarrollar una sólida base física para poder rendir siempre al máximo. Evidentemente seguiremos trabajando el aspecto físico entre carrera y carrera durante la temporada, pero el trabajo que hacemos ahora, al inicio de año, es mucho más intenso. Básicamente lo que más hago es correr, nadar y trabajo en el gimnasio.¿Si pudiera pedir tres deseos para el 2008, cuales serían y por qué?FA: 1. Salud para todo el mundo, y especialmente para los míos, ya que creo que estar bien de salud es lo más importante. 2. Felicidad porque es lo segundo más importante en la vida.3. Completar un buen año en mi trabajo para que mis expectativas y las de muchos otros se puedan cumplir en este 2008.El 2007 fue un año muy polémico por muchos motivos, tanto para la Fórmula Uno como para ti personalmente. ¿Cómo afrontas el 2008?FA: De la misma forma que lo he hecho siempre. Al iniciar cualquier temporada, lo único que quiero es trabajar duro y dar el máximo para alcanzar todo mi potencial. Y sé que eso puedo conseguirlo en el equipo ING Renault F1 Team porque ya lo he logrado antes. Quiero dar el máximo y sé que el equipo hará también todo lo que pueda para ganar. Así es como siempre he afrontado este deporte.Hoy se ha enfundado el mono de Renault por primera vez desde que ganó el Campeonato del Mundo en 2006. ¿Qué ha sentido al reencontrarse de nuevo con el equipo?FA: Ha sido una mezcla de muchas sensaciones, buenos recuerdos y un gran optimismo. Hay colores que son nuevos para mí y también he estrenado un nuevo casco diseñado por mí. ¡Lo único que he echado de menos es el coche nuevo!¿Cuales son sus expectativas y objetivos para este primer test con el R27?FA: No me he marcado ningún objetivo concreto para este test. A nivel personal se trata de una buena oportunidad de pilotar el coche sin ayudas electrónicas, así que afronto estos dos primeros días de pruebas con el coche simplemente con el objetivo de adaptarme a los cambios en la reglamentación.¿Afronta el 2008 como una nueva aventura con Renault o más bien como el segundo capítulo de una vieja historia?FA: Creo que ambas afirmaciones son correctas. El equipo es completamente diferente al que yo dejé en 2006. Ha habido cambios importantes, se han mejorado muchas cosas y se han fortalecido determinados aspectos, así que por esa parte se trata de una nueva aventura con un nuevo equipo. Pero al mismo tiempo es imposible olvidar los seis años que pasé como piloto de Renault, ya que esos recuerdos están todavía muy presentes.Se ha escrito mucho sobre su relación con el que fue su compañero en 2007. ¿Cuáles son sus primeras impresiones de Nelsinho y cómo cree que será su relación con él en 2008?FA: Ya dije el año pasado que se habían escrito demasiadas falsedades, pero entiendo que hay que vender periódicos. En realidad aún no conozco a Nelsinho, pero parece una persona normal, un buen chico que quiere disfrutar su experiencia en la Fórmula 1, es decir, ninguna diferencia con Marques, Button, Trulli, Fisi, Montagny o McNish, ya que todos ellos fueron mis compañeros y me llevé bien con ellos, incluso algunos son aún mis amigos. Para este 2008 no creo que vaya a tener problemas con nadie y Flavio siempre ha demostrado que puede gestionar bien este tipo de situaciones.¿Qué ha podido ver del R28 y cuáles son sus expectativas para el nuevo monoplaza?FA: He visto algunos de los datos que esperamos pueda ofrecernos el R28, pero nada más por ahora. Cuando se presenta un coche nuevo, las expectativas siempre son altas y se depositan en él muchas esperanzas y el trabajo de un año. Pero como siempre habrá que esperar a que rodemos por primera vez con el coche.¿Cómo le ha ido en este primer día? ¿Cuáles son sus primeras impresiones del coche?FA: Al principio me lo he tomado con calma porque hacía mucho tiempo que no pilotaba un coche de F1, pero estaba deseando comenzar a trabajar con el equipo. Por supuesto, ésta ha sido la primera vez que he pilotado sin control de tracción, pero en mis últimas vueltas ya he comenzado a tomar algunos riesgos más. El trabajo de este primer día ha sido muy positivo.¿Cuáles son sus primeras sensaciones tras pilotar el coche sin ayudas electrónicas? ¿Qué cambios supone para el piloto?FA: El coche no es radicalmente distinto. Se trata de que el piloto encuentre los límites y adapte su estilo de pilotaje. Eso es lo que vamos a tener que hacer en el inicio de la temporada, pero estoy convencido de que después de dos o tres carreras ya nos habremos olvidado por completo de cómo era pilotar con ayudas electrónicas. Con la nueva reglamentación trabajaremos de la misma forma y creo que será cuestión del piloto adaptarse a estas novedades.

Laura Esquivel

P.: Después del éxito, ¿Cómo es Laura Esquivel en la actualidad? L.E.: Pues una persona común y corriente, a la que le gusta de ir al mercado, cocinar, dedicar tiempo a su familia, coser, leer, bailar... Lo único diferente es que ya no tengo el mismo tiempo que tenía antes para estas actividades, tengo que luchar para mantener un espacio para mí.

P.: Para ti ¿qué significa cocinar?
L.E.: Es una ceremonia de unión con el universo. Un placer enorme. A veces, lo utilizo como contrapunto a mi escritura; en otras ocasiones, como terapia. El amor siempre está presente allí. El amor, que da sentido a todo, es lo que hace de dos cosas una, y en la cocina uno hace precisamente eso: utiliza todos los elementos que conforman el mundo, juega con ellos y, en base al amor, hace una única cosa que después va a ser ingerida por los demás.

P.: ¿Practicas el arte del fogón?
L.E.: Es una actividad muy importante en mi vida y cuando no puedo hacerlo, por el ritmo de trabajo, me siento mal. A mí me gusta cocinar. (...)
Llegué a pensar que era una pérdida de tiempo estar cocinando, cuando fuera las mujeres podíamos cambiar el mundo... Fue maravilloso el día que redescubrí la cocina y me di cuenta de que el verdadero cambio está dentro de casa.

P.: ¿De dónde te viene esa afición culinaria?
L.E.: De familia. Yo crecí en la cocina. Mi mamá ha pasado su vida allí. Al entrar en su casa huele a horno y lo primero que hace ella es ofrecer comida.

P.: El amor y la cocina es una temática recurrente en tus libros. ¿A qué sabe el amor?
L.E.: Depende de las preferencias de cada uno, a mí me puede saber a algo totalmente diferente que el ser que tenga más cercanoP.: ¿Qué "receta" tienes para el desamor?
L.E.: Yo no creo que el amor termine, siempre que termina es porque uno ha empezado a amar nuevamente.

P.: ¿La literatura también es amor?
L.E.: Sí, lo es, porque es un acto de entregar a los demás lo que uno es como ser humano. Si uno no lo hace, hay problemas de comunicación.

P.: ¿Piensas que es cierta la creencia de que todo el mundo lleva un libro dentro?
L.E.: Lleva un libro o más. El ser humano día a día va acumulando imágenes, palabras, emociones, que van creando memoria y que, en determinados momentos, si se deciden, pueden formar parte de la memoria colectiva.

P.: ¿Piensas en la escritura como la mejor terapia para buscarte y encontrarte a tí misma?
L.E.: Sí, un amigo mío dice que hablando se entiende uno mismo, en vez de hablando se entiende la gente. Y yo pienso lo mismo de la escritura.
Para mí, al momento de escribir las cosas se acomodan en su lugar preciso y me queda mucho más claro la comprensión del mundo.

P.: ¿Está Dios de algún modo presente en tus novelas? ¿Qué idea tienes de lo trascendente?
L.E.: La vida espiritual es una de las actividades a la que dedico parte importante del día, y creo que hemos cometido un error como sociedad al utilizar el nombre de Dios y las religiones con motivos personales. Creo que deberíamos enfocar mucho más nuestro interés a la divinidad como un ente amoroso y practicar la compasión verdadera, tratando de aliviar el dolor y el hambre que reina en el mundo.
P.: ¿Cómo fue tu experiencia con la ciencia ficción? L.E.: El segundo libro que escribí, La ley del amor, es un thriller metafísico, y, en su tiempo, fue la primera novela multimedia, pues llevaba incluidos un cómic y un disco compacto. Hay momentos en que la narración no se da con palabras, sino con imágenes y con música; es decir, que el lector sólo está escuchando o viendo las mismas imágenes que el protagonista . Ese fue un experimento que funcionó muy bien . Con esto yo
quería que el lector encontrara otras maneras de entrar en el texto y comunicarse no sólo a través de la razón, que no sólo leyera racionalmente, sino que entrara en la historia con todo el cuerpo, con todos los sentidos.
Para la gente fue una sorpresa, creo que ellos esperaban Como agua para chocolate 2, y yo salí con eso. Todo esto fue un obstáculo para el libro, pero, sin embargo, es un libro que yo quiero mucho, que me dejó mucho y al cual tengo especial cariño.
P.: ¿A qué se debe el éxito de Laura Esquivel?
L.E.: No lo sé. Siempre es un misterio saber qué es lo que la gente encuentra en lo que uno escribe. Para mí lo importante es lo que el libro me dejó. Escribir te obliga a hacer un viaje interno. Uno aborda sus propias obsesiones, sus fantasmas, y habla de ellos, los explora.
Al final, la literatura le sana a uno, y si también puede sanar a los demás, qué maravilla.
P.: ¿Te parece que hay, como se está diciendo, un auge de lo latinoamericano? L.E.: (...) quizá pueda dar mi visión de este supuesto boom latinoamericano (sobre todo en lo que respecta a la mujer) en Estados Unidos, que es una cultura que conozco mejor. No estoy completamente de acuerdo, pues lo que está de moda corresponde a estereotipos que no se corresponden con la realidad. Por otro lado, en nuestros países hemos vivido la experiencia contraria cuando se nos ha impuesto un modelo de belleza: lo bello era estar delgado, casi anoréxico, tener ojos azules y ser rubio. Ahora en Estados Unidos lo que han descubierto es más bien un mercado latinoamericano, para películas y libros, etcétera, debido a la cantidad impresionante de hispanohablantes que hay. Lo que les interesa más es llegar a ese mercado, pero no reflejar una cultura, no adentrarse en una cultura. Sólo les interesa la forma, y siempre y cuando esta forma no sea tan contraria a sus parámetros, pues, si vemos por ejemplo a los artistas de moda, estos no son realmente indígenas, son lo suficientemente mestizos como para ser aceptados. Por eso no siento que se esté reflejando una cultura. Otro ejemplo son las películas: siempre son temas americanos y desde su punto de vista y en dónde los latinoamericanos siempre representan papeles secundarios, no hay una verdadera propuesta latinoamericana. (...)
P.: ¿Existe una literatura femenina? L.E.: Ese es un problema de críticos, eso no le importa mucho a las escritoras. Sin embargo, yo sí considero que existe una literatura femenina, pero con esto quiero decir que es un manera de ver el mundo, una forma de acercamiento, un manejo de temáticas que tengan que ver con espacios íntimos, con todo aquello que siempre se ha considerado femenino . Y esto no necesariamente tiene que ver con producción de mujeres ,
hay escritores hombres que considero escriben literatura femenina.
En cuanto a la literatura pura en sí, yo creo que hay dos tipos: la incluyente y la excluyente. La primera fue escrita con una intención de comunicar, de establecer puentes, de que las palabras que estén allí rescaten la memoria de la tribu y se la devuelvan para que pueda ser usada nuevamente, pues pertenecen a todos, están cargadas de simbolismo y energía y están constantemente siendo recicladas.
La segunda es la que escribe un grupito de gente que maneja un lenguaje para entendidos, con lo cual sólo me van a entender los que están en el mismo Olimpo y dejo fuera a los demás. Considero que es una literatura egoísta, escrita para regodearse en el ego, para mostrar al mundo los conocimientos adquiridos. Siento que la palabra quizá pueda ganar mucho en cuanto a la experimentación con el lenguaje, pero no hay una verdadera comunicación. Además, los que escriben de esta manera excluyente no son capaces de valorar lo que escriben otros escritores, sólo ven el mundo como ellos son, no lo ven realmente como es. Yo me voy por la literatura que me incluye, en la que me reconozco, en la que encuentro palabras que me conectan con parte de mí. La otra la puedo respetar, pero no me conecto con ella. Puedo estudiarla y llegar a ella para eso, pero no por una necesidad espiritual.
P.: ¿Cuál es tu “receta” para escribir tan bien?
L.E.: Pues tal vez la receta es que vivo la vida con mucha intensidad y trato de reflejar en mi escritura estas experiencias de vida vivida de la manera más honesta posible.
P.: ¿Qué recomendarías a alguien que quiere ser escritor y sólo ve un túnel negro?L.E.: Que generalmente esto sucede cuando la gente se deja guiar por los prejuicios de la razón. Le sugiero que para que estos pensamientos no estén molestando al momento de escribir, les den voz. Es decir, que pongan en un papel cuáles son los miedos que les impiden escribir, por ejemplo, lo que yo tengo que decir a nadie le importa. Y ya lo dejen a un lado y empiecen a escribir. Al final del día verán que la razón es muy limitada y sólo se le ocurrieron uno o dos razonamientos negativos y que pudieron escribir más de una página, pues el mundo de la creación e intuición es infinito.

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